sábado, 10 de abril de 2010

¿Por qué vemos series de televisión?

Podríamos darle miles de vueltas a esta pregunta, y nunca llegaríamos a una respuesta concreta. Cada persona ve series por un motivo que, realmente resulta mucho más complicado que el "Para entretenernos" bajo el que maquillamos las verdaderas razones para ver series, películas y leer libros.

Yo, por ejemplo, maquillo bajo esta expresión, mi verdadera razón para ver series. Yo veo series porque, cuando las cosas van mal, siempre puedo recurrir a ver la vida de alguien que me distraiga de la mía. Sorprendente, ¿no?, aunque me guste reírme con las series, aunque me guste pasármelo bien y reírme de los chistes, realmente me gusta ver la vida de gente diferente a mí. Cuando veo una serie, me gusta pensar que, tanto en la vida real como en la serie, todo puede terminar bien, las cosas no se tienen por qué ver tan negras.

Las series también constituyen una de las pruebas de que el ser humano es, por naturaleza, bueno. En las series queremos la felicidad de los personajes, queremos la felicidad de estas personas que, sin existir, nos han acompañado en ciertas ocasiones. Aunque este sentimiento antiegoista sea hacia seres virtuales, es un sentimiento tan puro que me hace preguntarme qué pasaría si viésemos a la gente de alrededor como personajes de ficción. También me hace preguntarme por qué es más difícil sentir esto por los compañeros de clase o del trabajo. Quizá porque sabemos que es completamente imposible que los personajes de la televisión nos hagan daño, y eso les hace más fácil de querer.

Por último, las series nos suelen dar el mensaje de esperanza. Siempre nos gustan las series en las que el personaje principal tiene algún problema que lo separa del resto, y que lo coloca en la más absoluta miseria. ¿Por qué? Porque dentro de nosotros, siempre estará ese chico feo, o paralítico, o huérfano, en definitiva, discriminado por ser diferente. Porque ese chico marginado de nuestro interior se alegra al ver que, aunque sea en una serie, los que son diferentes, tienen derecho también, a un final feliz.

En el deseo de ver series, por tanto, escondemos tanto los principios del Utilitarismo, como los del Hedonismo. Vemos la televisión porque nos da esperanzas y eso nos da un placer que, según la historia que tengamos con la serie, la película o el libro; será más o menos duradero. También vemos la televisión, no por el placer personal, si no porque nos gusta ver felices a los demás, nos gusta la felicidad del resto del mundo, y esa felicidad, nos hace felices a nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario