miércoles, 25 de enero de 2012

Uno entre seis millones

Desconcierto el de vivir
uno entre seis millones,
una mota, un punto pequeño
dentro de un gran sueño
donde nada es importante,
en la vana contingencia,
en la pura decandencia
de un no amanecer.
Vaivén, cambio, azar,
y el no poder saber
ni quién eres
ni qué buscas
ni qué te hará perecer.
Noche continua infinita,
noche confusa, sin luna,
que no es noche,
pero sí oscura
inseguridad:
pues nada es,
todo puede ser.
Con tu alma el miedo juega,
con tu incertidumbre disfruta
mientras tú te dices:
“Dime qué buscas
dime qué quieres
dime qué encuentras
entre las paredes
de tu mundo
de tu persona”.
Y no encontrar más respuesta
que la del terrible silencio
que al final te contesta
hasta que entiendes
que eres uno en seis millones,
que no quieres,
que no buscas,
que no encuentras...
tan sólo eres.